Para más información en cualquiera de estos ministerios o para inscribirse, comunícate con Rosario Barrios (Coordinadora del Ministerio Hispano) al (210-497-6101) o envía un correo a rosario.barrios@
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"Acójanse unos a otros, como Cristo los acogió para gloria de Dios." Romanos, 15:7
Los ministros de bienvenida llegan veinte minutos antes de la misa. Son los primeros que reciben a las personas con un cálido saludo y se encargan de repartir el boletín dominical y otros volantes. Su deseo de servir ayuda a los fieles a celebrar la misa con alegría. Las personas que vienen a la iglesia, ven el rostro de Cristo en las personas que los reciben y su cálida bienvenida evangeliza.
"Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos." Mt. 18:20
Los ujieres son los ministros del orden durante la celebración de la misa. Reciben a la gente cuando entran al santuario y se aseguran que tengan asiento y que se sientan cómodos y a gusto. Se encargan de la colecta, asisten con la procesión de entrada y el ofertorio. Están dispuestos a ayudar a los ancianos y los que necesitan ayuda para recibir la comunión. Ellos recogen los libros que se usan en la misa y se encargan de enderezar las sillas, apagar las luces y cerrar las puertas del santuario. Cuando se celebran los bautizos, los ujieres preparan la capilla con lo necesario. Se requiere vestir traje o saco.
"Continuamente recordamos delante de nuestro Dios y Padre con cuánta fe han trabajado ustedes, con cuánto amor han servido." 1 Tes 1:3
Sacristán es una palabra que significa servicio. El papel del sacristán es supervisar y mantener en orden los utensilios sagrados que se utilizan para la misa. Ellos apoyan en los servicios del altar. Se aseguran de que hay suficiente hostias para la comunión. Se encargan de los cálices, ciborio, vinajeras, incensario y agua bendita además de lavar los purificadores. Llegan una hora antes de la misa para hacer las preparaciones y después de la misa guardan todo en su lugar. Este ministerio, al igual que otros ministerios, requiere que tengan reverencia por el santuario y por todos los artículos que se usan en la liturgia.
"Así también nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo. Dependemos unos de otros y tenemos carismas diferentes según el don que hemos recibido." Rom. 12:5-6
Durante la liturgia, los cantos, respuestas oraciones y anuncios se muestran en la pantalla para asegurarse que el pueblo pueda participar en la misa. Si manejas la computadora, puedes servir de esta manera en nuestra liturgia dominical. No es complicado y las personas reciben entrenamiento.
"Canten a Dios de todo corazón y con gratitud salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Y todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él." Col. 3:16-17
La música es don de Dios y una necesidad humana. Siempre ha sido relacionada con el culto a Dios en todas las culturas. La función del coro es de animar a la comunidad a que entre de lleno en la celebración de la misa. Los ensayos son los miércoles a las 6:30 p.m.
"Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos." Mc 10:14
Los monaguillos son ministros, niños o jóvenes, que asisten al celebrante principal, en todas celebraciones litúrgicas. Ser monaguillo es de por sí un honor, un servicio a Dios, a los sacerdotes y a la comunidad y un oficio digno. Son llamados a desempeñar varias funciones en el altar además de inspirar una participación y el recogimiento de los fieles. (Entrenamiento anual)
"El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor." Lc 4:18-19
El ministerio del lector es un ministerio auténtico y oficial en la Iglesia católica y consiste en proclamar la palabra de Dios. Por medio de las lecturas, Dios habla a su pueblo y el lector comunica o proclama el mensaje divino (mucho más que simplemente leer palabras). Un lector es un ministro laico.
"Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchas partes, y no todas las partes sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como partes de un mismo cuerpo." Rom 12:4-5
Los ministros extraordinarios de la comunión asisten a los sacerdotes y diáconos en la distribución de la comunión. Cuando los laicos sirven como ministros de la eucaristía, lo hacen en representación de todos nosotros, recordándonos, a través de su presencia y sus acciones, que todos celebramos la Eucaristía juntos en comunidad. La acción de administrar el cuerpo y sangre de Cristo, es más que todo un servicio de amor que se hace con fe para el bien de la comunidad. Un ministro extraordinario de la comunión debe ser católico y recomendable por su vida, su fe y sus costumbres. Si es casado, debe estar casado por la iglesia y haber recibido todos sus sacramentos.
"La palabra del Señor permanece para siempre. Y esa palabra es el evangelio que proclamamos." 1 Pe 1:25
Ser catequista es ser testigo de la Palabra. Estos ministros explican las lecturas a nivel infantil durante la misa dominical, en un salón asignado. A las catequistas se les asigna un horario y se les provee con el material de la lección.